Bienvenida e Historia

En esta primer entrega quiero agradecer y dar la bienvenida a todos los que se acerquen a este sitio libre y universal.

Y ya que estamos en el tema “universal” podríamos bien aprovechar para introducirnos en la temática del blog, y estipular sus objetivos y principios.

Este es solo un espacio que tiene como principal objetivo abordar temas generales y situaciones que acontecen día a día, pasando por los rubros mas trillados y contradictorios hasta las situaciones a las que no les prestamos mucha atención sin saber que tienen relevancia en la deformación de los rumbos que llevamos en el camino. Aquí nos sumergiremos en el pasado sin tratar de resolverlo, solo intentar entenderlo y/o cuestionarlo. Amasaremos un presente claro y ambiguamente confuso. Todo esto con el fin de buscarle un mejor futuro a estas mentes vulnerables nuestras.

Principalmente este es un sitio de intercambio de opiniones por lo que una parte importante de la temática es poder interactuar con los lectores. No se pretende hacer cambiar las ideas de los mismos, y si en algún caso no se llega a congeniar con esta información, de menos se logrará que el mensaje llegue a muchas mentes y tengamos una idea nueva en cada lectura para esos momentos de ocio en el traslado a nuestros destinos o los momentos de espera en los que nos llega el sueño por las noches. Todos tenemos algo que aportar para todos.
Es momento de definir a La Orden de Calatrava histórica y personalmente

Fase Personal

Entre 1700 y 1800 saliendo de España debido a la persecución que le atosigaba por problemas políticos relacionados con la Orden, llega un personaje nombrado como el “Conde de Calatrava” a la isla de Cuba, no obstante al insistir en la persecución es obligado a emigrar por segunda vez, instalándose en el puerto de Veracruz, (esto en la República Mexicana, para quienes nos leen desde otros países) y donde decide renunciar por su seguridad al titulo de Conde y tener que ajustar el apellido a “y Trava”.

Es ahí donde una nueva familia y por ende, historia, comienza. Los años pasan y las nuevas generaciones por cuestiones de desarrollo emigran a la capital de México. El apellido se conserva aún pero su fuerza se va haciendo cada vez mas débil en cuanto a que ya es apellido materno y en algún momento desaparecerá, como está a punto de suceder, pero la ideología y convicción debe perdurar, como es el objetivo de este espacio. De la ultima generación y portadores de lo que quedo del apellido nacen seis elementos, los cuales uno de ellos es el primero en abandonar el plano y antes de hacerlo decide legalmente omitir la “Y” quedándose solamente con “Trava” y en cuestión de trece años en aprox. todos los portadores han cruzado el espejo, excepto una, que hoy en día, se conserva, tan fuerte como el legado de La Orden.

Fase Histórica

Esta Orden de carácter militar-religioso fue una de las más influyentes durante la época de la conquista, instaurándose casi de una manera casual, al existir la necesidad urgente de encontrar a una orden que se hiciese cargo de la defensa de la ciudad de Calatrava ante los continuos ataques musulmanes. A ellos se debe la fundación de muchas de las localidades andaluzas, entre ellas Alcaudete, en la Ruta del Califato.

En primer lugar esta fue ofrecida a la orden del Temple, pero, ante el empuje islámico, decidieron abandonar el lugar, lo que provocó que el sucesor de Alfonso VII, el rey Sancho III, reuniese de forma improvisada a sus nobles para explicar la gravedad de la situación y adquirir la promesa de que entregaría Calatrava a aquel osado que decidiese defenderla.

Fundamental se vuelve en este momento el papel del religioso Diego Velásquez, antaño guerrero reconvertido en monje, que al hallarse allí presente y escuchar con atención la propuesta, convenció a su abad, Fray Raimundo de que ellos podrían hacerse cargo de la ciudad, no sin recibir las burlas y desaprobación de muchos de los que allí se encontraban.

El caso es que consiguieron su propósito, fundando una orden de monjes-guerreros que fueron afamados por su bravura y templanza, obteniendo a su paso tonel devenir de los siglos gran cantidad de tierras, riquezas, honores y glorias, lo que los convirtió en tremendamente poderosos, al llegar a saltarse incluso la obediencia real y reconocer solamente como superiores espirituales al abad y al papa, lo que llegó a provocar su declive y dispersión, perdiendo poderes paulatinamente, hasta desaparecer como los grandes caballeros guerreros que fueron en su momento y convertirse finalmente en una orden terrateniente y preservadora de reliquias con una finalidad puramente honorífica. Esta orden de élite se dividía en dos grupos: los caballeros, y los monjes, que se regían por la obediencia, la castidad y la pobreza, voto de silencio y de ayuno cuatro días en semana, pernoctar siempre ataviados con su incomoda armadura y llevar solamente el hábito blanco con la cruz griega de flor de lís en sus puntas.

Los requisitos imprescindibles para ser admitido eran rigurosos y consistían en ser españoles de sangre y no de titulo, no poseer descendencia árabe, judía ni de ninguna otra proveniencia considerada como hereje, no haber cometido actos impuros contra la fe católica ni el aspirante ni sus ascendentes, no haber sobrevivido nunca de oficios que requieran un esfuerzo manual, ni haber realizado jamás actos indecorosos impropios de un caballero, o haber sido difamado por ellos.

Un personaje de esta orden conocido a través de la obra de Lope de Vega es el llamado comendador de Fuente Ovejuna, Fernán Gómez de Guzmán, que termino, como cuenta esta obra teatral con carácter de comedia, con el asesinato a manos de todo el pueblo de este personaje que los llevó a la ruina económica, que los tenia sometidos y abusaba de las féminas del lugar. Al enterarse los Reyes Católicos de lo sucedido, no pudieron condenar a todo un pueblo y fueron absueltos; familiar es la respuesta del pueblo cuando el juez pregunta ¿Quién mató al Comendador? Y el pueblo responde: “Fuente Ovejuna, todos a una, Señor”

La orden, en su titulo puede haberse extinguido y solo quedar ruinas de ella, pero los valores inculcados se alimentan de la garra y el coraje que por siglos nos ha dejado la represión y la lucha.
En su sentido mas profundo, este, es solo un estandarte en el que nos abrazamos para luchar contra la injusticia de la que somos victimas y no dejar que una sociedad contaminada venga a corromper el objetivo de La Orden.

Sin mas preámbulos damos inicio a la lucha.

“Somos La Voz De Los Que No Pueden Hablar”